LA MEJOR PARTE DE SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIóN

La mejor parte de Solemnidad de la Inmaculada Concepción

La mejor parte de Solemnidad de la Inmaculada Concepción

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3. En el himno de la carta a los Efesios, que se acaba de proclamar, el Apóstol alaba a Altísimo Padre porque "nos ha bendecido en Cristo con toda clase de fondos espirituales y celestiales" (

1. Mientras estas palabras del saludo del Ángel resuenan suavemente en nuestro alma, deseo dirigir la mirada: cercano con vosotros, queridos hermanos y hermanas, sobre el ocultación de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Doncella María con los Fanales espirituales de Santo Maximiliano Kolbe.

escribe: "Bendito sea Altísimo, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido, en la persona de Cristo, con toda clase de fondos espirituales y celestiales. El nos eligió en la Persona de Cristo —ayer de crear el mundo— para que fuésemos santos e irreprochables en El por el apego" (

María con su ejemplo nos Piloto en el camino hacia la Navidad, ella nos indica el camino, sólo queda que yo me decida a seguirlo de una tiempo por todas, sólo queda que yo tenga el coraje suficiente como para ser más constante y firme a la hora del seguimiento de Jesús.

La fiesta de la Inmaculada entona perfectamente con el espíritu del Adviento; mientras la Iglesia se prepara a la venida del Redentor, es muy ajustado acordarse la la Purísima, que fue concebida sin pecado porque debía ser su raíz.

Y ejemplo de santidad; es decir, de vida de Confianza y de bienquerencia entregada a Alá y a los hermanos. Por eso es el maniquí de la Iglesia y es maniquí de vida de todo cristiano.

5. Escrutando con estática estupor el plan divino de la salvación, que tiene su fuente en el Padre el cual quiere comunicar independientemente a las criaturas la vida divina de Redentor y que se manifiesta en María Inmaculada de forma maravillosa, el Padre Kolbe fascinado y separado exclama: «Por todas partes está el bienquerencia» (

Este es el día en que confesamos que María —elegida de modo particular y eternamente por Dios en su amoroso designio de salvación— ha experimentado aún de modo distinto la salvación:

3. Cortesía prestado por los papas al culto de la Inmaculada Concepción Inmaculada. Muy clara y abiertamente por cierto testimonian y declaran esto tantos insignes hechos de los Romanos Pontífices, nuestros predecesores, a quienes en la persona del Príncipe de los Apóstoles encomendó el mismo Cristo Nuestro Señor el supremo cuidado y potestad de apacentar los corderos y las ovejas, de robustecer a los hermanos en la Seguridad y de regir y mandar la universal Iglesia.

Por la Agudeza de Jehová, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo grande de toda su vida.

Por eso es la plena de Chispa. En Ella queda restaurado todo el maltrecho origen de Solemnidad de la Inmaculada Concepción nuestro pecado diferente. Nuestro origen prevaricador, y bastardo. Es en la Casto restaurada como origen de Honradez, de redención y de salvación. Volvemos a ser en la Doncella, en Ella la primera volvemos a ser imagen y referencia de Dios: ¡ese es nuestro origen!

Queridos hermanos y hermanas, este es el mensaje que recibimos aquí, a los pies de María Inmaculada. Es un mensaje de confianza para cada persona de esta ciudad y de todo el mundo. Un mensaje de esperanza que no está compuesto de palabras, sino de su misma historia: ella, una mujer de nuestro linaje, que dio a candil al Hijo de Dios y compartió toda su existencia con él.

Fieles que piden cercano a Nos y desde los más lejanos puntos con humilde fervor; niños invitados a sembrar con las flores de su inocencia el camino y el trabajo de los Padres del Concilio; enfermos que ofrecen sus meritorios sufrimientos; sacerdotes y, en primer punto, misioneros, monjes y religiosos pertenecientes a instituciones masculinas y femeninas —grandes o pequeñGanador, antiguas o modernas—que se anticipan con voluntad dispuesta a todo a las deliberaciones del Concilio; jóvenes seminaristas, que tienden hacia el ideal del sacerdocio que se despliega en presencia de ellos, que cumplen con madura consejo sus deberes de oración y estudio para conseguir que desciendan más copiosamente las bendiciones del Señor.

Tal como lo explica el Catecismo en el núsimple 492, esta "resplandeciente santidad del todo singular" con la que Ella fue "enriquecida desde el primer instante de su concepción", le viene toda entera de Cristo: Ella ha sido "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo".

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